Me interesa mucho el auge de la novela romántica y  he encontrado un  artículo curioso de la escritora de novela erótica romántica Kait Jagger, autora de la trilogía Lord and the master que, por cierto, creo que no ha sido traducida al español— y  me ha parecido interesante compartir con vosotros sus objetivos para crear una heroína moderna convincente y persuasiva. Aquí os dejo las cinco áreas en las que concentra sus esfuerzos en el momento de crear a su personaje femenino protagonista, Luna Gregory, basándose en lo que ella sintió a través del personaje de Jane Eyre de Charlotte Brontë y que es lo mismo que quiere trasmitir al lector:

 1. El trasfondo de la historia

Como Jane Eyre, Luna es una huérfana, una mujer tocada por la tragedia. Para Kait Jagger, una de las ventajas de narrar la historia de Luna en tercera persona y comenzarla cuando ella ya tienen 26 años es que como autora puede esperar el tiempo que necesite para ir revelando la información sobre  las circunstancias de la muerte de sus padres, las terribles consecuencias para ella y el impacto de esta experiencia en su vida. La autora quiere, de esta manera, premiar al  paciente lector que espera leer   con ansia y emoción una historia verdaderamente intensa. Así que a lo largo de la trilogía el lector descubrirá que es algo más que la heroína fría y reservada  que parece al principio bajo el lema “Mantén la calma y sigue adelante” que parece llevar  el personaje por bandera.

2. Relaciones femeninas

Resulta un reto plasmar a una protagonista desconfiada y reservada en una novela, sobre todo porque ella no va a narrar su propia vida.  Así que para la escritora fue complicado mostrar la relación de Luna con sus tres mejores amigas de la universidad y con su jefa de manera que el lector pudiera  ver de qué manera Luna  depende y confía en estas otras mujeres de su vida.

 3. Trayectoria profesional

La autora de esta trilogía quería que la vida profesional de Luna fuera muy unida a su sentido de sí misma. La intención de la autora era que  el trabajo de Luna  fuera un vehículo para demostrar su tenacidad, su fiel lealtad y sus tendencias algo obsesivas compulsivas en el trabajo y en su vida privada.

 4. Sexualidad

El mayor problema que tuvo la autora al tratar en su novela con un personaje del tipo  macho alfa, típico de este tipo de novelas románticas eróticas, es que siempre terminan en un desigual campo de batalla en el dormitorio. El sexo en las novelas románticas pasa muchas veces por la fantasía y el voyeurismo y para la autora de esta trilogía este aspecto no era negociable, quería  mostrar a un personaje femenino que  fuera sexualmente descarada, tan capaz de dominar como de someterse y tan expresiva en la cama como reservada es fuera del dormitorio.

5. El protagonista masculino

La autora describe a su personaje masculino, el empresario sueco Stefan Lundgren, como un “alfa tranquilo”. Es un hombre motivado, resuelto, sabe lo que quiere y hace lo que sea para conseguirlo pero —al igual que Luna— no muestra esta faceta de sí  mismo ante los demás. Se la reserva. La autora cree que este tipo de personaje masculino es  seductor y atractivo pero al mismo tiempo, al rebajar su intensidad de alfa en algunos momentos en los que se muestra más reservado, esto deja espacio a la protagonista femenina para brillar más. La protagonista femenina tenía que ser tan compleja y persuasiva como él protagonista femenino.